Miriam Judith Gallegos Gómora, Ricardo Armijo Torres
Instituto Nacional de Antropología e Historia, Tabasco, México
Les figurines mayas de Tabasco au Mexique : contextes et narrations du Classique tardif
Trois traditions de figurines préhispaniques en argile ont été identifiées sur le territoire de Tabasco. Les données fournies par les collections de Jonuta et du Comalcalco montrent qu’il existait deux styles de figures anthropomorphes au cours du Classique tardif : le premier était principalement associé aux dépôts funéraires, tandis que l’autre se manifestait dans des bâtiments résidentiels ou dans des contextes rituels. Cela suggère une utilisation différenciée des images. Chaque représentation individuelle, incarnée dans des figures humaines, transmet des informations et des émotions provenant des personnes qui les ont créées. Les représentations en groupe racontent, quant à elles, des événements et évoquent les activités de certains individus par sexe, âge ou condition sociale.
Mots-clés : figurines mayas, Classique tardif, Tabasco (Mexique), espaces-usages, représentations.
A las doctoras Brigitte Faugère y Juliette Testard por sus valiosos comentarios y preguntas sobre el texto, así como las observaciones de los revisores anónimos. Sus cuestionamientos nos hicieron reflexionar para replantear ideas o especificar datos. Sin embargo, el contenido final es responsabilidad de quienes lo escribimos.
Contexto espacial y cultural de las figurillas manufacturadas en Tabasco
El territorio que hoy día ocupa el estado de Tabasco –en el sureste de México–, se caracteriza por ser una extensa llanura aluvial que sólo presenta una serranía baja en su extremo sur. Esta planicie se formó por los grandes volúmenes de agua provenientes del cauce principal y ramales de los ríos: Mezcalapa-Mazapa al oeste y el río Usumacinta al este. Ambas corrientes cruzan de sur a norte el estado hasta desembocar hacia la parte central del Golfo de México. La riqueza natural del entorno propició la instalación de asentamientos humanos permanentes desde hace al menos tres mil años[1]. Un rasgo característico de las culturas que se desenvolvieron en esta región, fue la utilización predominante de tierra y arcillas como materias primas. Inicialmente los olmecas y más tarde los mayas edificaron sus construcciones principales formando basamentos de tierra compactada con gruesos repellos con cal. Usando barro modelaron figurillas e hicieron adornos, herramientas y utensilios de uso cotidiano y ritual. Un rasgo importante de las arcillas locales empleadas por estos pueblos es que es factible diferenciar de cuál sistema fluvial provienen. Conforme a los estudios de Ronald L. Bishop del Smithsonian Institution of Washington, los depósitos del río Usumacinta presentan inclusiones de ceniza volcánica, mientras que los barros del río Mezcalapa-Mazapa tienen un porcentaje alto de fitolitos (Armijo Torres, Bishop, Gallegos Gómora 2008; Armijo Torres, Gallegos Gómora y Jiménez Álvarez 2005: 191; Bishop 1992: 26-29). El estudio de la cerámica arqueológica producida en territorio tabasqueño ha permitido: a) conocer el desarrollo tecnológico y los procesos de manufactura de la alfarería; b) situar cronológicamente etapas constructivas de los edificios monumentales o las unidades habitacionales, así como los materiales asociados; c) identificar los sitios productores y consumidores, especialmente de vasijas y figurillas; d) emitir interpretaciones sobre los contextos y usos de algunos objetos, por ejemplo las figurillas antropomorfas moldeadas durante el período Clásico tardío, tema de este trabajo. En el año 2015 Miriam Judith Gallegos Gómora inició el proyecto de investigación Las figurillas de la Costa del Golfo: género, identidad y función financiado y autorizado por el Instituto Nacional de Antropología e Historia. La investigación aborda el análisis de las figurillas procedentes de Jonuta y Comalcalco –ciudades mayas en el estado de Tabasco–, con el objetivo de definir la presencia de estilos locales e identificar rasgos significativos que permitan indagar la identidad de la población que las manufacturó y utilizó. El proyecto analiza también la distribución de las piezas dentro de los asentamientos para conocer si determinados tipos de representaciones ocurren en espacios específicos y si el contexto y materiales asociados pueden revelar alguno de los usos de este tipo de objetos arqueológicos. Finalmente, aborda la presencia de piezas con representación semejante en asentamientos ubicados a lo largo de la costa del Golfo de México, desde el sur de Veracruz –en lugares como Nopiloa, Dicha Tuerta y El Zapotal–; hasta el norte en sitios como Jaina (en la costa del estado de Campeche) y Xcambó (al norte de Yucatán); e incluso con materiales de asentamientos tierra adentro como Mayapán (también en el estado de Yucatán). Dicho patrón permitirá conocer las pautas culturales y rituales que compartían varios pueblos, donde algunos tipos de figurillas de barro constituyeron un elemento significativo de ciertas actividades. En general, el proyecto es un estudio de la identidad y etnicidad de la población regional a través de sus representaciones plásticas (Gallegos Gómora 2015: 64-70, 2016, 2019; Gallegos Gómora y Armijo Torres 2015: 13-34). Igualmente, algunas piezas seleccionadas por su buen estado de conservación fueron analizadas para un estudio de corte arqueoacústico como parte de un proyecto de investigación de la UNAM a cargo de la Dra. Francisca Zalaquett, con quien se trabajó en colaboración (Zalaquett et al. en prensa)[2]. Por lo general, los resultados alusivos al análisis de las figurillas solían incluirse como un anexo o parte complementaria del estudio de los restos cerámicos de la excavación de un sitio, dejando a un lado la información sobre las representaciones, los espacios en donde fueron encontradas, su estado físico o su hallazgo formando grupos o de forma aislada, completas o fragmentadas. El presente trabajo se enfoca en las colecciones de figurillas de Comalcalco y Jonuta, ciudades ubicadas junto a los ríos Mezcalapa y Usumacinta respectivamente. Los materiales de ambos sitios han permitido identificar representaciones locales y la existencia de tipos usados en regiones amplias, pero también que algunos de éstos se ocupaban preferencialmente en contextos domésticos mientras que otras representaciones son exclusivas o predominantes de entierros, residencias de elite o edificios especializados, como los templos con criptas funerarias.Las tradiciones de manufactura de figurillas en Tabasco y sus contextos
Las culturas que habitaron Tabasco –al sur de México–, elaboraron figurillas de personas, animales y seres fantásticos. Se han identificado tres tradiciones de manufactura a lo largo de la etapa prehispánica. La primera tuvo lugar durante el período Preclásico, localizada especialmente en sitios al occidente del estado. Las figurillas de esta tradición inicial se caracterizan por ser pequeñas, sólidas y modeladas; son de carácter naturalista, representando a individuos asexuados o con genitales poco marcados, desnudos o con escasa vestimenta consistente en faldellines, algún braguero y adornos en la cabeza o sobre el pecho. Destaca una variabilidad de peinados e incluso la presencia de cascos. Es evidente que la diferenciación entre los individuos ocurría en el arreglo de su cabeza y cabello y los adornos que portaban. Los personajes se retrataron de pie o sentados (Figura 1). Se han encontrado en sitios olmecas como La Venta (Drucker 1952) y en San Andrés (Derilo Tway 2004).



El contexto y representaciones de las figurillas en Jonuta
El golpe permanente del río Usumacinta y su desbordamiento sobre la ciudad prehispánica de Jonuta, han dejado expuestas figurillas, fragmentos de lítica y otros materiales culturales. La colección de figurillas del sitio mejor conocida es la que alberga el Museo de Sitio Profesor Omar Huerta. Si bien las piezas del acervo carecen de datos de procedencia, en cambio, proveen abundante información debido a que muchas piezas están completas. En ellas se observan diferentes tipos de imágenes que fueron compartidas con otras poblaciones de la costa del Golfo. Por otro lado, su análisis químico ha mostrado que las figurillas se manufacturaron con arcillas locales y fueron integradas a la ruta costera de distribución de productos y prácticas culturales comunes (Armijo Torres, Bishop y Gallegos Gómora 2008). Las figuras retratan también diferentes roles de la sociedad. En especial una de ella debió conformar el tipo local femenino hacia el Clásico tardío. Incluso sugerimos que existió un tipo de figurilla que posiblemente marcó una diferencia de estatus entre mujeres. Un grupo de figurillas representan mujeres, quizá célibes, quienes tienen el brazo izquierdo recogido sobre el vientre mientras su tocado y cabello caen sobre su hombro izquierdo. En cambio, las que recogen el otro brazo, su cabello y tocado caen sobre el hombro derecho, éstas sugerimos que pudieron señalar mujeres casadas o que eran madres, pues suelen aparecen junto a infantes (Figura 5).


El contexto, representaciones y uso de las figurillas en Comalcalco
El análisis de distribución de figurillas de Comalcalco ha permitido reconocer la disposición de imágenes específicas en espacios determinados. La antigua ciudad de Joy’ Chan “cielo enrollado” tuvo su apogeo entre 500-900 d.C. cuando también ocurre la manufactura y uso de figurillas. En Comalcalco Ricardo Armijo Torres, en un proyecto del INAH ha explorado varios edificios desde 1993, en dos de los cuatro conjuntos monumentales: la Plaza Norte y la Gran Acrópolis. La primera está conformada por una plaza de 10,730 m2, que constituía el espacio idóneo para el encuentro de la gente que residía en el área central de la ciudad y aquella que habitaba la periferia, especialmente durante la realización de ceremonias comunales, pero también para efectuar las actividades de intercambio comercial que requerían de un espacio amplio libre de anegaciones[16]. La plaza está limitada por varias construcciones como el Templo I al oeste, donde se ha postulado con base en su iconografía que pudieron celebrarse diversos rituales entre éstos la ceremonia de petición de lluvias por la presencia en una de sus esquinas, de una escultura en forma de batracio alado (Figura 8). Aparte de tener una representación de la deidad patrona local Ix Pakal Tuun Witz (Armijo Torres 2016: 114-115). En otros edificios excavados en su extremo norte se han hallado sahumerios y urnas funerarias depositadas en su interior, destacando el singular entierro del sacerdote Aj Pakal Than del siglo VIII, colocado dentro de una urna situada en el corredor entre los Templos II y IIA.




Discusión y comentario final
La cualidad y abundancia de las arcillas existentes en las llanuras aluviales de Tabasco, sumado a la vasta experiencia de la población en el manejo de éstas, facilitó que los artesanos locales pudieran manufacturar urnas funerarias de 1.20 m. de altura por 1.20 m. de diámetro, así como desarrollar muros y bóvedas de ladrillos, delicados vasos de 2 mm de espesor, así como una variedad de figurillas que en muchos casos también fungían como instrumentos musicales. Durante el período Clásico tardío las ciudades de Comalcalco y Jonuta fueron importantes centros productores de figurillas y vasijas de gran calidad. Las figurillas de las que se ha hablado en este trabajo se definen como objetos portátiles, sólidos o huecos, modelados, moldeados o recurriendo a una técnica mixta. Son representaciones tridimensionales que es factible dividir en cuatro grandes grupos: a) figurillas con representaciones femeninas; b) figurillas con representaciones masculinas; c) figurillas zoomorfas; y d) figurillas diversas como bultos funerarios, objetos o construcciones miniaturizados, personajes disfrazados o representaciones de seres fantásticos. Cada grupo incluye diferentes tipos. Entre las figuras masculinas hay imágenes de gobernantes con grandes tocados de Serpiente de Guerra, hombres de pie con brazos cruzados, enanos y jugadores de pelota. Igualmente, se representaron mujeres de la elite con grandes atavíos; así como jóvenes y ancianas que sólo portan enredo y orejeras. Todas señalan roles sociales. En cuanto a la fauna, las figurillas representan especies locales como muchos tipos de aves, mamíferos, anfibios y reptiles. Mientras que los seres fantásticos combinan rasgos antropomorfos y zoomorfos que posiblemente retrataban naguales o deidades (Gallegos Gómora 2009b: 1054-1055). La presencia de moldes y el análisis de la composición química practicado a una muestra de pastas con las que se manufacturaron figurillas de Comalcalco y de Jonuta, evidenció el uso de materias primas locales. Por otro lado, el hallazgo de estos moldes tanto en espacios del área nuclear de Comalcalco como en la periferia indican que la elite y la gente común elaboraron piezas semejantes que usaron en sus prácticas rituales cotidianas. Los moldes podrían sugerir que la producción de figurillas era masiva, sin la necesidad de manos expertas, pero esto no necesariamente fue así. Las figurillas además de retratar un personaje y transmitir un mensaje, eran instrumentos musicales –como sonajas, silbatos u ocarinas–, por tanto, el alfarero requería contar con la experiencia necesaria para que las esferillas de barro al interior de las sonajas se cocieran y circularan de forma independiente al interior del cuerpo hueco de la pieza. Igualmente, las embocaduras, el canal de insuflación y la cámara de resonancia de los instrumentos de viento necesitaba un conocimiento avezado para producir los sonidos esperados. Por otra parte, el peso de las piezas en la colección de Comalcalco y Jonuta, que oscila entre 10 hasta 350 gramos, y sus dimensiones –una altura de 0.05 a 0.22 m– son características que facilitaron su embalaje con telas o empaquetado entre hojas, para luego acomodarse dentro de cestos de fibras o cajones de madera para una fácil transportación. Las figurillas viajaron por las vías acuáticas usadas por los pueblos chontales, ya sea remontando los cauces de los ríos o recorriendo la ruta comercial a lo largo de la costa del Golfo de México, como lo han mostrado los estudios químicos y radiométricos (Armijo Torres, Bishop y Gallegos Gómora 2008)[20]. Esta amplia distribución espacial señala la importancia comercial de dichos objetos y la “necesidad” que tuvieron diferentes poblaciones por adquirirlos a lo largo de esta ruta donde se pudo celebrar el mismo ritual que requería el uso de ciertas figuras, por ejemplo, aquellas jóvenes representadas con las manos en alto –en posición de orar–, que encontramos por toda la región costera. Las colecciones de figurillas del Clásico tardío de Comalcalco y Jonuta evidencian que fueron empleadas en la vida cotidiana, y sólo ocasionalmente, como parte de las ofrendas mortuorias. Pero la colección de Comalcalco ha mostrado también que existía un uso diferenciado de representaciones de acuerdo con cada tipo de espacio. La presencia de figurillas en contextos domésticos de elite y comunes indica que debieron funcionar como seres animados durante los rituales efectuados por las familias. Su sonoridad fue “la voz”, el medio para comunicarse con el mundo sobrenatural, por ello la importancia de una manufactura adecuada. Además, el desgaste en las piezas ha permitido reconocer cómo se usaron, haciendo evidente que era importante la representación durante el ritual, un ejemplo de ello son las oradoras. Aquellas figurillas de jóvenes que portan enredo y una especie de quechquémitl, suelen ser sonajas que deben sujetarse por la espalda, de modo tal que la parte frontal queda hacia el espectador cuando se sacuden. Otras oradoras con torso descubierto y enredo a la cadera son silbatos que se insuflan colocando la representación hacia abajo, de tal modo el rostro y brazos en alto de la joven miran hacia la tierra a la cual le dedican los sonidos –mensaje o plegaria– de quien las ejecuta. En cuanto a otro tipo de representaciones sobresale la figura masculina que refuerza el rol social y político de género, como se observa igualmente en la escultura monumental de muchos asentamientos mayas, siendo éste un interés en la vida de la elite. Tema que será interesante revisar a futuro porque señala una utilización diferencial de piezas entre las figuras de sitios en Petén, con aquellas de sitios de las llanuras tabasqueñas, donde si bien existen figuras masculinas es más abundante la imagen femenina. Finalmente debemos mencionar la diferencia existente entre las figurillas depositadas como ofrenda junto a los entierros, con respecto a aquellas colocadas de forma independiente en un relleno arquitectónico, como las jóvenes sembradas en el montículo de El Zapotal de Jonuta que formaron una escena. Todas estas piezas suelen estar completas, algunas se aprecian como objetos de reciente manufactura, sin uso, mientras que otras muestran cierto desgaste, es decir que algunas se manipularon antes de enterrarse. En cambio, las figurillas que fueron desechadas en una ofrenda ritual en Chichicapa, junto a elementos del trabajo textil, incluyeron piezas completas y muchos fragmentos de figurillas con evidencia de haber sido usadas. En ambos casos, ya fuese como objetos animados, cuando se emplearon para escenificar un ritual comunicándose con lo sobrenatural, o cuando se convirtieron en parte de una ofrenda, las figurillas de los sitios de la costa del Golfo de México fueron parte importante de las prácticas culturales cotidianas que caracterizaron esta región durante el Clásico tardío.Références
ALVAREZ Carlos y Luis CASASOLA
1985 Las figurillas de Jonuta, Tabasco, Vol. II, Proyecto Tierras Bajas noroccidentales del área maya, Centro de Estudios Mayas, UNAM, México.
ARMIJO TORRES Ricardo
2016 Un katún de investigaciones en Joy’Chan (Comalcalco), Tesis de doctorado en antropología, Escuela Nacional de Antropología e Historia, México.
ARMIJO TORRES Ricardo, Ronald L. BISHOP y Miriam Judith GALLEGOS GÓMORA
2008 Resultados del análisis de muestras de arcilla y propuesta de estudio a futuro, informe aprobado y en archivo del Consejo de Arqueología C.A. 401-36/595, INAH, México.
ARMIJO TORRES Ricardo y Miriam Judith GALLEGOS GÓMORA
1997 “Arqueología de la Ciudad de Villahermosa”, Totoj ts’aji-Testimonios, 7: 10-12.
ARMIJO TORRES Ricardo, Miriam Judith GALLEGOS GÓMORA y Socorro del Pilar JIMÉNEZ ÁLVAREZ
2005 “La cerámica fina de Comalcalco, Tabasco y su periferia: temporalidad y relaciones culturales”, Los Investigadores de la Cultura Maya, 13 (1): 189-208.
ARNAULD Marie Charlotte
2014 “Vivre ensemble sociétés mayas anciennes”, in Mayas. Révélation d’un temps sans fin, catálogo de exposición [Paris, Musée du quai Branly, 7 octobre 2014-8 février 2015], « Beaux-arts » éditions-TTM éditions, Issy-les-Moulineaux, 33-37.
BAILEY Douglass W.
2005 Prehistoric Figurines. Representation and Corporality in the Neolithic, Routledge, New York.
BARBA MEINECKE Helena
2003 “Una visita al Proyecto arqueológico Jaina en Campeche”, Investigadores de Mesoamérica, 3: 53-72.
BERLIN Heinrich
1956 Late Pottery Horizons of Tabasco, Mexico, Carnegie Institution of Washington (Contributions to American Anthropology and History, 59), Washington (DC).
BISHOP Ronald L.
1992 “Pre-Columbian potter: Research in the Maya region”, in David A. Scott y Pieter Meyers (eds), Archaeometry of Pre-Columbian Sites and Artifacts, Getty Conservation Institute, Los Angeles, 26-28.
CORSON Christopher
1976 Maya Anthropomorphic Figurines From Jaina Island, Campeche, Ballena Press (Ballena Press Studies in Mesoamerican art, archaeology, and ethnohistory, 1), Ramona.
DERILO TWAY Maria B.
2004 Gender, Context, and Figurine Use: Ceramic Images from the Formative Period San Andres Site, Tabasco, Mexico, Tesis de maestría en artes, Florida State University, Tallahassee.
DRUCKER Philip
1952 La Venta, Tabasco. A Study of Olmec Ceramics and Art, United States Government Printing Office (Bulletin/Smithsonian Institution, Bureau of American Ethnology, 153), Washington (DC).
DRUCKER Philip, Robert F. HEIZER y Robert J. SQUIER
1959 Excavations at La Venta, Tabasco, 1955, United States Government Printing Office (Bulletin/Smithsonian Institution, Bureau of American Ethnology, 170), Washington (DC).
FAUST Katherine A. y Cristina T. HALPERIN
2009 “Approaching Mesoamerican Figurines”, in Christina T. Halperin, Katherine A. Faust, Rhonda Taube y Aurore Giguet (eds), Mesoamerican Figurines. Small-Scale of Large-Scale Social Phenomena, University Press of Florida, Gainesville, 1-22.
GALLEGOS GÓMORA Miriam Judith
1990 “Excavaciones en la Estructura D-7 en La Venta, Tabasco”, Arqueología, 3: 17-32.
GALLEGOS GÓMORA Miriam Judith
2008 “El ‘Baila Viejo’: danza y música ritual de la comunidad yokot’an, de Tabasco, México”, Revista Destiempos.com, 15: 225-246.
GALLEGOS GÓMORA Miriam Judith
2009a “Las figurillas de Chichicapa: producción, representaciones y asociación de materiales en una unidad habitacional del Clásico Maya en Tabasco”, Los Investigadores de la Cultura Maya, 17 (2): 45-54.
GALLEGOS GÓMORA Miriam Judith
2009b “Manufactura, iconografía y distribución de figurillas en Comalcalco, Tabasco”, in Juan P. Laporte, Bárbara Arroyo y Héctor Mejía (eds), XXII Simposio de Investigaciones Arqueológicas en Guatemala, 2008, Museo Nacional de Arqueología y Etnología, Guatemala, 1051-1061.
GALLEGOS GÓMORA Miriam Judith
2011 “Las jóvenes oradoras: participación de la mujer prehispánica en la religión maya”, in María J. Rodríguez y Miriam López (eds), Las mujeres mayas en la antigüedad, Centro de Estudios de Antropología de la Mujer, México, 41-70.
GALLEGOS GÓMORA Miriam Judith
2015 “Vestido, peinados e identidad de la mujer maya en el pasado/Clothing, Hairstyles, and Identity of Maya Women in the Past”, Mayas, el lenguaje de la belleza, INAH, México, 64-70.
GALLEGOS GÓMORA Miriam Judith
2016 Proyecto Las Figurillas de la Costa del Golfo: Género, Identidad y Función, proyecto de investigación aprobado y en archivo del Consejo de Arqueología 401.B(4)19.2016/36, INAH, México.
GALLEGOS GÓMORA Miriam Judith
2019 Proyecto Las Figurillas de la Costa del Golfo: Género, Identidad y Función, proyecto de investigación aprobado y en archivo del Consejo de Arqueología 401.1S.3-2019/1883, INAH, México.
GALLEGOS GÓMORA Miriam Judith y Ricardo ARMIJO TORRES
2010 “Investigaciones recientes en la antigua ciudad de Jonuta”, Los Investigadores de la Cultura Maya, 18 (2): 156-171.
GALLEGOS GÓMORA Miriam Judith y Ricardo ARMIJO TORRES
2015 “Las figurillas de barro y su atuendo: rasgos de identidad femenina en el occidente del área maya durante el Clásico tardío”, Sztuka Ameryki Łacińskiej-Arte de América Latina, 5: 13-34.
GALLEGOS GÓMORA Miriam Judith, Ricardo ARMIJO TORRES y Norma VALENTÍN
2019 “Hilando la historia: consideraciones sobre contextos, dimensiones, iconografía y cosmovisión en los malacates de Comalcalco y su entorno”, V Simposio de Cultura Maya Ichkaantijoo, Digital editorial, 268-281.
GOLDSTEIN Marilyn M.
1979 Maya Figurines from Campeche, Mexico: Classification on the Basis of Clay Chemistry, Tesis doctoral, Faculty of Philosophy, Columbia University, University Microfilms, Ann Arbor.
GONZÁLEZ Rebecca B.
1995 “La Venta. Una gran ciudad olmeca”, Arqueología Mexicana, 2 (12): 38-42.
GONZÁLEZ Rebecca B. y Valérie COURTÉS
2013 “La Ofrenda 4 de La Venta: sus contextos e interpretaciones”, in Diana Magaloni y Laura Filloy (coords), La Ofrenda 4 de La Venta. Un tesoro olmeca reunido en el Museo Nacional de Antropología: estudios y catálogo razonado, INAH, México, 15-30.
HALPERIN Christina T.
2004 “Realeza maya y figurillas con tocados de la Serpiente de Guerra de Motul de San José, Guatemala”, Mayab, 17: 45-60.
HALPERIN Christina T., Ronald L. BISHOP, Ellen SPENSLEY y M. James BLACKMAN
2009 “Late Classic (AD 600-900) Maya market exchange: Analysis of figurines from the Motul de San José region, Guatemala”, Journal of Field Archaeology, 34: 457-480.
HENDON Julia A.
1995 “Hilado y tejido en las tierras bajas Mayas en la época prehispánica: tecnología y relaciones sociales de la producción textil”, Yaxkin, XIII: 57-70.
HENDON Julia A.
2003 “In the house: Maya nobility and their figurine-whistles”, Expedition, 45 (3): 28-33.
HENDON Julia A.
2006 “Textile production as craft in Mesoamerica”, Journal of Social Archaeology, 6 (3): 354-378.
HERNÁNDEZ Elsa C.
1984 Investigaciones arqueológicas en el Valle del río Tulijá Tabasco-Chiapas, Centro de Estudios Mayas, Instituto de Investigaciones Filológicas, UNAM (Proyecto Tierras Bajas Noroccidentales del Área Maya, 3), México.
HERNÁNDEZ Martha I. y Carlos ALVAREZ
1978 “Notas sobre las ocupaciones en el área del río San Pedro Mártir”, in Lorenzo Ochoa (ed.), Estudios preliminares sobre los mayas de las tierras bajas noroccidentales, UNAM, México, 45-70.
INAH (Instituto Nacional de Antropología e Historia)
2018 “Estudios genéticos y arqueológicos revelan el pasado prehistórico y maya de la cueva de Puyil, en Tabasco”, Boletín, 277, 7 de Agosto de 2018 (Dirección de Medios de Comunicación, INAH, México).
INCHÁUSTEGUI DÍAZ Carlos
1987 Las márgenes del Tabasco chontal, Gobierno del Estado de Tabasco/Instituto de Cultura de Tabasco, Villahermosa, Tabasco, México.
JOYCE Rosemary A.
2009 “Making a world of their own: Mesoamerican”, in Christina T. Halperin, Katherine A. Faust, Rhonda Taube y Aurore Giguet (eds), Mesoamerican Figurines. Small-Scale of Large-Scale Social Phenomena, University Press of Florida, Gainesville, 407-425.
KERR Justin
2000 The Maya Vase Book, Vol. 6. A Corpus of Rollout Photographs of Maya Vases, Kerr associates, New York.
LESURE Richard G.
2002 “The goddess diffracted: thinking about the figurines of early villages”, Current Anthropology, 43 (4): 587-610.
LESURE Richard G.
2011 Interpreting Ancient Figurines. Context, Comparison and Prehistoric Art, Cambridge University Press, New York.
LOPIPARO Jeanne y Julia A. HENDON
2009 “Honduran figurines and whistles in social context: Production, use, and meaning in the Ulúa Valley”, in Christina T. Halperin, Katherine A. Faust, Rhonda Taube y Aurore Giguet (eds), Mesoamerican Figurines. Small-Scale of Large-Scale Social Phenomena, University Press of Florida, Gainesville, 51-74.
MAIMONE MORONI Daniela
2010 Relatos y leyendas chontales de Tabasco, México, Instituto Estatal de Cultura de Tabasco, México.
MATHENY Ray T.
1970 The Ceramics of Aguacatal, Campeche, Mexico, Brigham Young University (Papers of the New World Archaeological Foundation, 27), Provo.
OCHOA Lorenzo
1982 “El medio Usumacinta: un eslabón en los antecedentes Olmecas de los mayas”, in Lorenzo Ochoa y Thomas A. Lee (eds), Antropología e historia de los mixe-zoques y mayas, UNAM/Centro de Estudios Mayas, México, 147-174.
PIÑA CHAN Román y Carlos NAVARRETE
1967 Archaeological Research in the Lower Grijalva River Region, Tabasco and Chiapas, Brigham Young University (Papers of the New World Archaeological Foundation, 22), Utah.
RANDS Robert y Barbara RANDS
1965 “Pottery figurine of the Maya Lowlands”, in Gordon R. Willey (ed.), Handbook of Middle American Indians, Vol. 2/3. Archaeology of Southern Mesoamerica, University of Texas Press, Austin, 535-650.
SANCHEZ Oscar Fidel
1979 Excavaciones arqueológicas en la zona de Jonuta, Tabasco, Tesis de licenciatura en arqueología, Escuela Nacional de Antropología e Historia, México.
SANDERS William T.
1963 “Cultural ecology of the Maya Lowlands (Part II)”, Estudios de Cultura Maya, 3: 203-241.
SISSON Edward B.
1976 Survey and Excavation in the Northwestern Chontalpa, Tabasco, México, Tesis doctoral, Department of Anthropology, Harvard University, Cambridge.
SMITH Robert E.
1971 The Pottery of Mayapan, Peabody Museum of Archaeology and Ethnology, Harvard University (Papers, 66), Cambridge (MA), vol. 1.
TAUBE Karl A.
1992 “The temple of Quetzalcoatl and the cult of the Sacred War”, RES, 21: 53-87.
TESTARD Juliette
2013 “Expressionnisme et naturalisme à Cacaxtla-Xochitecatl et Xochicalco (Mexique): Une approche des interactions culturelles pendant l’Épiclassique”, in Charlène Bouchaud, Quentin Borderie, Thibault Valette y Charles-Édouard Sauvin (eds), Adoption et adaptation, Éditions de la Sorbonne (Archéo.doct, 5), Paris, p. 111-139. DOI: https://doi.org/10.4000/books.psorbonne.5367.
TESTARD Juliette y Mari Carmen SERRA P.
2011 “Las figurillas epiclásicas de la pirámide de las flores de Xochitecatl, Tlax., México: tipología y simbología”, Itinerarios, 14: 213-250.
TRIADAN Daniela
2007 “Warriors, Nobles, Commoners and Beasts”: Figurines from Elite Buildings at Aguateca, Guatemala”, Latin American Antiquity, 18 (3): 269-293.
ZALAQUETT Francisca, Miriam Judith GALLEGOS GÓMORA, Ricardo ARMIJO TORRES y Dulce ESPINO
En prensa “Sounds in context. Archaeoacoustical studies of Instruments from Comalcalco and Jonuta, Pre-hispanic Mayan sites”, in Miriam Kolar y David Lubman (eds), Archaeoacoustics. Scientific Explorations of Sound in Archaeology, Acoustical Society of America (ASA) Press, Melville-New York.
Notes
[1] Cabe señalar que el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), recuperó y analizó en los últimos diez años, una serie de osamentas excavadas en la cueva Puyil en el municipio sureño de Tacotalpa. La mayor parte pertenecen a individuos de filiación maya, pero los estudios de biología molecular indicaron que algunos esqueletos se fechan entre 2500 y hasta 7000 a.C. Constituyen la presencia del hombre más antigua en tierras tabasqueñas (INAH 2018).
[2] Es importante señalar que desde que inició la investigación de las figurillas pertenecientes a las colecciones de Comalcalco y Jonuta, se ha recurrido a varias perspectivas de análisis (iconográfico, contextual, composición química, arqueoacústico e incluso por su analogía etnográfica con figurillas usadas en la región), a partir de lo cual consideramos que puede lograrse una mejor interpretación. Esta investigación puede ser comparable con el acercamiento identificado como funcional o de análisis sincrónico de estilo planteado por R. Lesure (Bailey 2005: 206; Lesure 2002: 590-591 y 2011: 59-61); el funcional de K.A. Faust y C.T. Halperin (2009: 8-9); así como la investigación de los contextos de uso y descarte planteados por R. Joyce (2009: 420-421).
[3] Drucker (1952: fig. 1-8) trazó sus trincheras con posiciones aproximadas en un croquis del sitio, por tanto, para que el lector ubique los contextos de estas figurillas, se anotó el complejo arquitectónico donde se realizaron, conforme al plano actual de La Venta (véase González 1995: 39).
[4] Juan Martín Rojas, com. pers. 2020.
[5] Escultura que representa una Figura humana agazapada y usando un gran casco. Tallada en arenisca, de forma cuadrangular, tiene una altura de 3.80 m, 2 m de ancho y 1.50 m de espesor. Esta pieza fue trasladada junto con las esculturas 52 y 54 al museo de sitio, lugar donde se exponen desde la década de los ochenta del siglo veinte.
[6] La figurilla I-A es una pieza característica de la región con un rostro rectangular, prognatismo marcado, invariablemente presenta orejeras; las figurillas I-B son imágenes masculinas –con barba y tocado–, ancianos, algunas de rostro ancho y unas más con nariz prominente (Drucker 1952: 137).
[7] Si bien el autor de la excavación y primeras interpretaciones fue William T. Sanders en su texto de 1963, fueron Román Piña Chan y Carlos Navarrete (1967) quienes recuperaron y analizaron los materiales y datos para elaborar la publicación de la temporada de campo dirigida por Sanders.
[8] Confirmado por Antonio Benavides, com. pers. 2012.
[9] Esta cerámica fue llamada inicialmente Anaranjada Fina V por H. Berlin (1956: 135) y renombrada como Matillas Anaranjada por R. E. Smith (1971: 201). Por su parte R. T. Matheny la situó en el Posclásico tardío de acuerdo con los materiales excavados en Aguacatal. Se caracteriza por su pasta fina sin desgrasante. Es común en sitios de las costas de Campeche y Tabasco, y también durante la ocupación principal de Mayapán (Matheny 1970: 93).
[10] Es importante señalar que la ciudad actual de Jonuta se asienta sobre el área nuclear de la ciudad prehispánica, de tal modo, sólo es posible explorar las zonas en donde no existen construcciones como los parques públicos, cuando se repone el pavimento de las calles o en los jardines y patios de las viviendas, lo que ha dificultado conocer a fondo su patrón de asentamiento, detalles de su sistema constructivo, la existencia de edificios de usos diferentes e incluso localizar un taller y hornos para la manufactura de cerámica y figurillas. Sólo tenemos, y ocasionalmente, alguna ventana para conocer a sus antiguos habitantes.
[11] En Jonuta se observa el uso incipiente de ladrillos para recubrir las plataformas de tierra. A diferencia de los ladrillos de sitios como Comalcalco donde es evidente que su uso fue más largo y experimentado, en Jonuta los ladrillos fueron manufacturados con pastas finas sin desgrasante, eran pequeños y delgados por lo que se fracturaban fácilmente, como se observó en las excavaciones de los autores en el sitio desde la temporada 2009.
[12] Marilyn Goldstein las denomina orant priestess (1979: 251).
[13] Ver la vasija K5847 de la base de datos de Justin Kerr: http://research.mayavase.com/kerrmaya.html y la figurilla número K5887 de su portafolio fotográfico: http://research.mayavase.com/kerrportfolio.html, consultado el 10/11/21.
[14] Consideramos que la representación de la Diosa Lunar en una escena atrevida es aquella donde aparece en pareja con un hombre viejo que le pellizca un seno, la abraza o le levanta el huipil como puede verse en las imágenes números K2881, K3553 y K5780 del portafolio fotográfico antes citado. Por tanto, no coincide con este tipo de figurilla en particular.
[15] Esta siembra de figurillas y vasijas, sacralizando el espacio, recuerda aquellas hechas con masa de maíz cruda en Guanajuato. Las figuras antropomorfas se modelan y colocan sobre el comal mientras se preparan las tortillas rituales. Al finalizar la elaboración de las tortillas, la figurilla llamada lele o bebé en otomí, -que ya está cocida y dura y que cuidó del comal donde se prepararon las tortillas- se entierra en una maceta (seguro antiguamente era en el patio de la vivienda), porque cuidará la casa como lo hizo con las tortillas (María del Consuelo Venancio, cocinera tradicional otomí, 2020). En territorio tabasqueño, la comunidad yokot’an solía colocar al centro de la milpa, vasijas miniatura con alimentos, cucharas de madera y tambores como ofrendas a los “dueños del monte”; pero también modelaban muñecos con cera a los que les introducían pelos de jaguar o plumas de gavilanes o águilas. Estas figuras se colocaban posteriormente en un punto del solar familiar para que cuidara la milpa y la casa. Si un intruso intentaba entrar, lo ahuyentaría el animal oculto entre la cera. Es decir, la práctica de sembrar vasijas y figurillas como ofrenda en contextos domésticos para el bienestar de la milpa y el hogar, aún existe en algunos poblados del territorio mesoamericano y por supuesto entre la comunidad yokot’an de Tabasco (Incháustegui 1987: 91, 111, 134, 279; Maimone Moroni 2010: 135, 138-141).
[16] Hay que recordar que al encontrarse a sólo 900 m. de distancia del río Mezcalapa-Mazapa, en la zona deltaica de este cauce, el patrón de asentamiento del sitio seguía los lomeríos situados a lo largo de los cauces, y la única explanada amplia y en alto para recibir la llegada de gente fue la Plaza Norte.
[17] Pueden verse por ejemplo las fotografías K2019, K2833, K6000, K6766 de Justin Kerr en la página Web de FAMSI (http://research.mayavase.com/kerrportfolio.html, consultado el 10/11/21), correspondientes a figurillas de mujeres tejedoras.
[18] Inicialmente se consideró que el depósito era una zona de descarte de la vivienda, sin embargo, al analizar con detalle el contenido de este se observó que muchas vasijas estaban en buen estado, aunque fueron fragmentadas, como la máscara de barro. Había figurillas completas con evidencia de desgaste por uso y pedazos de otras. El depósito fue colocado en un solo momento en un estrato extendido, paralelo al montículo; no fue una poza que se hubiera rellenado paulatinamente, tal y como son las que se usan a un lado de las viviendas rurales de Tabasco donde se vierten restos vegetales del desmonte, residuos de alimentos y más recientemente se tiran plásticos y papel para quemarse de forma periódica.
[19] Antonio Benavides, com. pers. 2012.
[20] En otro caso semejante se ha analizado que las figurillas del sitio de Motul de San José eran intercambiadas durante los mercados y no sólo dentro de unidades locales sino entre comunidades durante el Clásico tardío 600-900 d.C. (Halperin et al. 2009: 458).

Pas d'Utilisation Commerciale - Pas de Modification 4.0 International.