Elsa Jadot

Investigadora asociada, Archéologie des Amériques (UMR 8096), Nanterre, France

  1. Esta obra colectiva, editada por Rani T. Alexander, da continuidad a dos libros publicados con anterioridad en colaboración con S. Kepecs (Kepecs y Alexander 2005; Alexander y Kepecs 2018) que versan sobre los cambios tecnológicos observados en Mesoamérica durante la transición entre los periodos prehispánico y colonial, y durante los siglos posteriores.
  2. Como lo refleja el título de esta obra, que utiliza el término “invasión” española y no “colonización”, este volumen ofrece una visión crítica del impacto brutal y masivo de la Conquista de Mesoamérica por los españoles al principio del siglo XVI d.C. En efecto, este episodio tuvo incidencias sin precedentes en los pueblos indígenas, provocando importantes cambios en las esferas política, religiosa, económica y sociocultural. El libro se enfoca en los cambios tecnológicos vinculados con el contacto con los españoles, basándose en estudios arqueológicos diacrónicos. Mediante la exploración de los sistemas técnicos artesanales (industria de la obsidiana, cerámica), los sistemas agrícolas industriales (explotación de la selva, henequén, caña de azúcar, índigo) y las características ambientales (utilización de materias primas y recursos hidrogeológicos), los autores develan una serie de cambios técnicos causados por la colonización y señalan sus consecuencias socioculturales en las poblaciones locales. Asimismo, enfatizan la persistencia de ciertas tradiciones prehispánicas, lograda a través de un proceso de absorción de cambios permitiendo que los sistemas técnicos tradicionales se ajustaran para seguir desarrollándose en el contexto de la colonización.
  3. Resulta pertinente destacar que la mayoría de las contribuciones están centradas en México (siete de los doce capítulos) −aunque Belice y El Salvador están representados (tres capítulos)– reflejo de la disparidad actual en el desarrollo de la investigación sobre este tema. Este vacío apunta la necesidad de ampliación del número de estudios sobre los efectos de la colonización en los sistemas técnicos para permitir comparaciones más variadas y a mayor escala, especialmente con otras regiones más allá de las fronteras mesoamericanas (suroeste de los Estados Unidos, el Caribe, Perú, etc.).
  4. En cuanto al marco temporal estudiado, el periodo colonial temprano (siglos XVI-XVII) está ampliamente representado (cinco capítulos) y permite confrontar estos datos con los del periodo prehispánico tardío. El resto de los capítulos aborda los periodos históricos más recientes, algunas veces abarcando desde la Conquista hasta hoy en día.
  5. Como señala acertadamente Andrews (Capítulo 12), ciertos temas importantes acaecidos durante el proceso de colonización han sido puestos de lado, como el estudio del desarrollo de las técnicas de transporte terrestre (con la introducción de la rueda y de los animales de tiro) o la metalurgia. La integración de estas temáticas resulta fundamental para comprender los cambios en las redes de circulación de personas y bienes, la modernización de la maquinaria agrícola y la sustitución de los objetos de obsidiana.
  6. Los diversos estudios de caso se inscriben en el marco de las investigaciones teóricas sobre el desarrollo tecnológico llevadas a cabo en particular por Schiffer y Skibo (Schiffer y Skibo 1987, 1997; Schiffer et al. 2001; Schiffer 2011), donde los cambios tecnológicos y las elecciones técnicas –que se producen a través de diferentes procesos: invención/innovación, adaptación, imitación, préstamo/difusión– son considerados como un fenómeno sociocultural (Barnett 1953; Boyd y Richerson 1985; Leeuw 1994; Dobres 2000; Eerkens y Lipo 2007; O’Brien 2008; Shennan 2009). Conforme a la escuela anglosajona, los autores de este libro tratan de reconocer estos procesos en el registro arqueológico y de comprender los mecanismos culturales de transmisión y evolución en el contexto de la colonización española y en el periodo posterior. De acuerdo a la modalidad y grado de interacción entre las poblaciones locales y los Conquistadores, se observan tres fenómenos paralelos: la persistencia de técnicas prehispánicas, la adopción gradual de técnicas europeas, y su adaptación a las condiciones locales.
  7. La introducción de Alexander (Capítulo 1) sitúa la evolución técnica en el contexto histórico mesoamericano, interpretada bajo el marco teórico de los análisis de sistemas socio-tecnológicos. Discute los significados de los términos “tecnología”, “habilidad” e “hibridación”; y los enfoques aplicados para estudiarlos en la disciplina arqueológica. Subraya la diversidad de influencias observadas en el contexto de la colonización de Mesoamérica: además de la española (y más ampliamente europea) toma en cuenta igualmente la asiática y la africana. La introducción de nuevas técnicas tuvo lugar según varios procesos, de acuerdo con diferentes áreas geográficas y campos técnicos, y fue seguida por un fenómeno de adopción o, por el contrario, de rechazo.
  8. Los capítulos 2 a 5 examinan las transformaciones de los sistemas artesanales y trazan la evolución técnica de diferentes producciones de artefactos. En primer lugar, Pastrana Cruz et al. (Capítulo 2) se centran en la producción y el uso de herramientas de obsidiana entre los aztecas del México Central, entre el final del Posclásico y el principio del periodo colonial (1350-1620 d.C.). Basándose en datos etnohistóricos y arqueológicos, muestran que la producción de objetos líticos continuó después de la Conquista a pesar de la introducción gradual de la industria del hierro y del acero. Plantean que los artesanos locales se reorganizaron para adaptarse a los cambios, y que las herramientas de obsidiana fueron utilizadas también por los Conquistadores en el marco de ciertas actividades económicas, por ejemplo en la minería, la agricultura y la ganadería.
  9. Los dos capítulos siguientes están dedicados a la cerámica. En la Cuenca de México, Fournier García y Otis Charlton (Capítulo 3) examinan la evolución de dos tipos de cerámica utilitaria azteca y de las figurillas rituales producidas entre el Posclásico tardío (1450-1521) y el periodo colonial temprano (1521-1620), a partir del estudio de la mayoría de las etapas de fabricación, y la aplicación de Análisis por Activación Neutrónica (INAA) para identificar la procedencia de las cerámicas. Los resultados muestran una hibridación progresiva de la producción local de cerámica: las materias primas y las técnicas de fabricación parecen haber persistido, pero los alfareros locales adoptaron la técnica del vidriado e integraron nuevas formas y decoraciones. Las figurillas rituales desaparecieron poco tiempo después de la Conquista debido a la política de evangelización de la población indígena.
  10. Por su parte, Eschbach (Capítulo 4) examina el caso de Veracruz, el principal puerto colonial en el Golfo de México para el comercio transatlántico. Se enfoca en la cerámica encontrada en un contexto de mestizaje entre indígenas, europeos y africanos en los siglos XVII y XVIII. Trata de distinguir las diferentes influencias mediante variaciones técnicas. Complementa estas observaciones con datos etnohistóricos sobre el transporte marítimo y con un análisis por técnica de Emisión de Rayos X Inducidos por Partículas (PIXE) para determinar la composición elemental de las pastas y su procedencia. A pesar de las dificultades para definir las técnicas de tradición africana, el análisis tecnológico describe en detalle todas las etapas de la cadena operatoria. Los resultados revelan que la mayoría de las cerámicas eran producidas localmente y reflejan la persistencia de técnicas indígenas junto con la introducción de técnicas europeas, pero también la fusión de técnicas utilizadas tanto en Mesoamérica como en Europa antes de la Conquista.
  11. Por su parte, King y Konwest (Capítulo 5) estudian sitios de los periodos Posclásico (800-1523) y Colonial temprano (1523-1650) en la región de Nejapa del estado de Oaxaca. Se enfocan en la evolución de la utilización de materias primas para la fabricación de varios artefactos: cerámica, materiales de construcción, herramientas de corte y cuentas. Con la excepción del abandono en el uso de las materias primas líticas locales utilizadas para la elaboración de herramientas de corte y cuentas, el resto de los materiales muestran pocos cambios técnicos. Esta relativa continuidad es vinculada al contacto limitado entre la población local y los españoles, así como a la falta de control institucional colonial en esta zona rural.
  12. Más allá de la evolución técnica de los sistemas artesanales, perceptible a través del estudio de la cultura material, la colonización tuvo también importantes repercusiones en la gestión del medio ambiente. Castillo y Gasco (Capítulo 6) estudian las consecuencias ecológicas de la evolución tecnológica y de la deforestación bajo el impulso español en la región del Soconusco (Chiapas), desde la Conquista hasta la actualidad. Utilizan datos arqueológicos e históricos para rastrear la evolución de la selva tropical y relacionarla con los cambios en la agricultura. Los autores estudian imágenes satelitales contemporáneas y enfatizan las consecuencias negativas del desarrollo de la agricultura industrializada y de la deforestación sobre la biodiversidad y las poblaciones locales.
  13. A continuación, Alexander y Williams (Capítulo 7) también se interesan en las prácticas agrícolas, en particular en la explotación del agua en Yucatán desde el siglo XVI hasta hoy en día. Tras describir el contexto hidrogeológico de esta península kárstica, los autores comparan el rendimiento de las tecnologías hidráulicas prehispánicas con la noria (introducida por los españoles en el siglo XVI) y con el molino de viento (introducido en el siglo XIX durante la revolución industrial). Estudian las variaciones entre las diferentes norias arqueológicas, trazan las transformaciones del paisaje rural, y discuten el impacto ambiental causado por la evolución tecnológica.
  14. Siempre en las tierras bajas mayas, Hernández Álvarez (Capítulo 8) examina la evolución técnica de la máquina de raspa para el henequén (una variedad de agave). Se basa en el estudio arqueológico de una plantación que se desarrolló durante el Siglo de Oro de Yucatán (1873-1925) para reconocer las diferentes etapas del proceso de invención y adopción de esta maquinaria, y sus modificaciones técnicas a través del tiempo. El autor señala las consecuencias socioeconómicas del desarrollo de la explotación industrial del henequén.
  15. Luego, Mayfield y colaboradores (Capítulo 9) se enfocan en una plantación inglesa de caña de azúcar en Lamanai (Belice) durante el siglo XIX. Analizan la evolución de la organización de la producción azucarera, diferenciando las técnicas locales de las técnicas coloniales, y la relacionan con la evolución del consumo entre los diversos grupos socioeconómicos del sitio arqueológico.
  16. Por su parte, Sampeck (Capítulo 10) cuestiona la no-adopción de ciertas técnicas transmitidas por los españoles a los pueblos de El Salvador, en contraste con otras industrias que sufrieron importantes transformaciones. A través de documentos históricos y datos arqueológicos, toma como ejemplo la industria del cacao, que no experimentó ningún cambio relacionado con la colonización, y la industria del índigo, que floreció después de la Conquista. La autora vincula esta evolución diferencial al nivel de desarrollo de las mismas en época prehispánica, argumentando que la producción de cacao ya se encontraba en un nivel industrial antes de la Conquista, mientras que la producción de índigo se desarrolló en amplia escala gracias a la infraestructura establecida por los españoles.
  17. De nuevo en El Salvador, a través del caso de Ciudad Vieja, uno de los primeros sitios establecidos por los españoles (1528-1545), Card y Fowler (Capítulo 11) abordan el tema de la construcción de la identidad de una sociedad en un contexto de colonización. Examinan las transferencias técnicas en la arquitectura y las producciones artesanales. Situando sus resultados en el contexto mesoamericano, destacan la continuidad de técnicas prehispánicas en paralelo con la adopción de técnicas europeas y nuevas influencias estilísticas, lo que refleja una hibridación de la cultura material y una evolución de la identidad de las poblaciones.
  18. Finalmente, Andrews (Capítulo 12) presenta comentarios generales sobre los capítulos del libro, enriqueciéndolos con referencias bibliográficas. Destaca conclusiones comunes a varios estudios, como la persistencia de una parte de las tradiciones prehispánicas, la introducción gradual de técnicas extranjeras, el impacto ambiental de los cambios técnicos en la agricultura y la evolución de las redes comerciales. El autor alienta la aproximación tecnológica en temas variados para permitir estudios comparativos en Mesoamérica.
  19. Para concluir, este libro integra con éxito un enfoque de investigación interdisciplinario entrelazando datos arqueológicos, etnohistóricos, históricos y etnológicos, fundamental para abordar el estudio de la evolución técnica. Esta publicación demuestra acertadamente que la comparación de este tipo de datos, de manera diacrónica y en diferentes regiones, es primordial para comprender el proceso de evolución y de adaptación de las sociedades en un contexto de colonización.

Références

ALEXANDER Rani T. y Susan KEPECS (ed.)
2018  Colonial and Postcolonial Change in Mesoamerica, Archaeology as Historical Anthropology, University of New Mexico Press, Alburquerque.

BARNETT Homer Garner
1953  Innovation. The Basis of Cultural Change, McGraw-Hill, New York.

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KEPECS Susan y Rani T. ALEXANDER (ed.)
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SCHIFFER Michael Brian, James M. SKIBO, Janet L. GRIFFITTS, Kacy L. HOLLENBACK y William A. LONGACRE
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SHENNAN Stephen J. (ed.)
2009  Pattern and Process in Cultural Evolution, University of California Press, Berkeley.

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